Storytelling
Clara y el rincón que la salvó
Clara solía pensar que la magia estaba reservada para los libros.
En su día a día, la rutina le pesaba más que cualquier hechizo oscuro: clases interminables, pantallas luminosas, calles ruidosas y cafés que sabían siempre igual. Sus libros, antes su refugio, empezaban a acumularse cerrados en su escritorio, como si también hubieran perdido la chispa.
Sentía que algo dentro de ella se apagaba lentamente.
Una tarde gris y lluviosa, mientras buscaba refugio de la tormenta, se cruzó con un letrero viejo que parecía sacado de un cuento:
“El Caldero Humeante – Donde el café cuenta historias.”
La puerta crujió al abrirse. Un aroma envolvente a canela, tinta antigua y bosque húmedo le acarició el rostro. Velas flotaban suavemente sobre las mesas, y las paredes estaban cubiertas de estanterías con libros mágicos, runas y mapas de mundos que solo había visto en sus sueños.
Pidió un Café del Bosque Élfico; suavemente perfumado con lavanda— y se sentó en una mesa inspirada en Rivendel. A su alrededor, lectores leían con los ojos brillantes, otros escribían, algunos simplemente dejaban pasar el tiempo en silencio, como si cada rincón del lugar les contara un secreto.
Clara volvió. Una y otra vez. Se unió al club de lectura Reinos Perdidos, escribió su primer cuento desde la universidad en el Rincón del Oráculo, y se hizo amiga de Tomás, el Guardián de Libros. Poco a poco, ese lugar le devolvió la inspiración… y la magia.
Ahora, cada vez que alguien le dice que ya no encuentra dónde desconectar del mundo, ella les sonríe y dice:
—“Ven conmigo. Te voy a llevar a un lugar donde el café sabe a aventura, y los libros… te devuelven el alma.”
Así es El Caldero Humeante
Un rincón encantado donde las tazas humean con historias, los libros te miran desde las estanterías, y los días grises se convierten en capítulos inolvidables.
Tal vez no cambie el mundo, pero puede cambiar el tuyo.
Y como toda buena historia… solo necesitas abrir la puerta.
Comentarios
Publicar un comentario